Y deja de fumar...

GUIA DE CONSEJOS PARA DEJAR DE FUMAR

Dejar de fumar no es fácil, por eso te proponemos algunos consejos que pueden ayudarte a conseguirlo. Pero recuerda lo más importante: si de verdad cuentas con dejarlo, cuenta con tu médico. Él tiene la clave para ayudarte a romper con el tabaco.

Lo más importante es pedir ayuda a tu médico:

ahora cuentas con nuevos tratamientos que pueden ayudarte a dejar de fumar, así que para romper con el tabaco, consulta a tu médico.

Evita tus propios momentos de tentación:

el primer cigarro de la mañana, el trayecto a tu puesto laboral, el café, etc… Recuerda tener presente que cambiar tus rutinas te ayudará a no recaer. Por ejemplo, en momentos como la sobremesa, levántate de la mesa y sal a andar unos 10 minutos.


Las fiestas, comidas, bares

son especialmente duras para un fumador. Te aconsejamos estos trucos:
-No tengas miedo a pedir a tus amigos que no fumen delante de ti.
-Intenta no tomar más de una copa.
-Si decides tomar copas con los amigos, ve a un lugar donde no se permita fumar.


Piensa en cuánto dinero ahorrarás al dejar de fumar

Una vez que lleves un tiempo sin fumar, piensa en premiarte con un regalo, como comprar ropa nueva o asistir a un acontecimiento deportivo.


Elimina todo rastro de cigarrillos

en tu casa, coche, oficina y en definitiva en tu vida. Comprueba si hay cajetillas olvidadas en la ropa y tira mecheros y cerillas.


Evita beber alcohol

porque puede hacer que te centres en el placer a corto plazo, en vez de en los beneficios a largo plazo.


Caminar

intenta caminar con suficiente rapidez como para notarlo en la respiración, pero no tan rápido como para sofocarte.
El ejercicio es una de las cosas más eficaces que puedes hacer.


¿Te preocupa ganar peso?

Toma mucho agua y bebidas calientes. También es recomendable beber, por lo menos, un vaso de agua antes de cada comida. Intenta caminar al menos 10 minutos al día.


Ni un cigarrillo

si piensas que es posible fumar de forma ocasional, olvídate por completo de ese pensamiento. Puede que pienses que un solo cigarrillo no te afectará, pero el primer cigarrillo muy fácilmente podría convertirse en un paquete y volverás a estar en el punto de partida.